jueves, 13 de octubre de 2016

MI ENTUSIASMO POR FUJIFILM: EL REVESTIMIENTO EBC

Película de cine con soporte de poliéster en 1965, primera película inversible en color de 200 y 400 ASA, primera película negativa en color de alta sensibilidad y mínimo grano, cintas magnéticas de óxido de beridio, una nunca superada cámara de cine... son unos logros con los que he crecido y que me han convertido, desde muy niño (unos once años), en un entusiasta de Fujifilm hasta el punto que mi difunto perro, un setter-Gordon buenísimo y con gran sentido común, se llamaba precisamente ¡Fuji!, en honor a la firma nipona.

Cuando Kodak ya ha tirado la toalla en terrenos como el de la fabricación de la película inversible de color, Fujifilm ahí sigue,  reforzando su portafolio en ese nicho tan especializado, tanto con la Velvia como con la gama Provia, ya en su tercera generación (o deleitándonos con producciones especiales, como la de la película Fortia). Cuando la propia Polaroid no fabrica ya ni película ni cámaras mecano-químicas para revelado instantáneo (Polaroid nos ha traicionado con el muy inferior sistema de la sublimación), ahí sigue, empero,  Fujifilm con toda la gama instantánea.

La imagen fotoquímica es hoy una parte ínfima de los ingresos de Fujifilm, metida en negocios como el de la cosmética de alto nivel (Astalift) o el farmaceútico, con, por ejemplo, la vacuna del Ébola, que no hacen sino incrementar mi entusiasmo por la firma, que, aunque desde hace unos pocos años se encuentra regida por contables que no vienen del mundo de la imagen, el viejo presidente, antes de jubilarse, fue lo suficientemente precavido como para dejar el futuro con el camino "bien atado" al cambiar el nombre de la marca de Fuji a Fujifilm, o sea, "película Fuji": no podrán, los contables, olvidar los orígenes, aunque no les sean rentables (o tan lucrativos como otras divisiones).

En el terreno de la óptica, uno aun era un imberbe cuando fue cautivado por el sistema de revestimiento EBC, acrónimo de Electric Beam Coated, un procedimiento que comenzó de forma experimental en ciertas ópticas Fujinon de los sesenta, pero que se empezó a comercializar en los setenta, cuando quien escribe tenía 13 o 14 años.
 
 
No debía de andar muy desencaminado, a pesar de la edad, cuando hoy el revestimiento EBC se ha convertido en el non plus ultra de la industria del cine, a la par que el de Zeiss, al que, personalmente, creo que supera.   El EBC, a diferencia de otros métodos de revestimiento, permite la aplicación de al menos 11 capas lo que, en condiciones difíciles de iluminación,  garantiza una imagen bien definida y contrastada. Además, su aplicación, al ser por un bombardeo de electrones, en lugar de un lacado o por vaporización, asegura una longevidad extrema, algo de lo que doy fe pues estoy utilizando ópticas Fujinon EBC desde finales de los ochenta (si bien el grueso de la gama la adquirí durante los noventa y primeros años de este siglo); todas estas ópticas, muchas de ellas en uso constante (algunas siempre en el maletero del coche), se encuentran como el primer día pues el revestimiento EBC no se degrada ni se desgasta, al contrario que los demás.  Otro día tendré tiempo de describir con extensión las virtudes del sistema EBC, algo que, por alguna razón, Fujifilm no hace: eso sí, ¡necesitaré todas las entradas de esta bitácora por al menos una semana!

Empleo la gama Fujinon EBC tanto para filmar con película de cine como para fotografías negativas de carrete o diapositivas, En fotografía de 35 mm, a lo largo de los años,  como dije en el párrafo anterior, he tenido la suerte de reunir todas las ópticas Fujinon EBC fabricadas para argéntico: desde el raro objetivo ultragranangular EBC 2.8 de 16 mm hasta el superluminoso EBC 1.2 de 50 mm con diafragma totalmente circular o el escaso supertele Fujinon de 1000 mm, del cual se produjeron sólo unas pocas centenares de unidades (por supuesto, todos ellos fabricados con barriletes metálicos, en lugar de ridículos plásticos).

Estas ópticas, que a veces empleo en cine, con la Fujica ZC1000, en fotografía son las que uso con mis dos cuerpos del modelo AX5, uno negro, el otro plateado: no es que me gusten a la vez las rubias y las morenas; la razón de ambos cuerpos, con esa diferencia cosmética, es para no confundirme: uno lo suelo tener  cargado con carrete de película negativa (alguna de mis favoritas, la Fujifilm Reala o la 400HPro); y el otro con película inversible de color (en verano,la Velvia; en invierno, la Provia).
La fotografía que encabeza esta entrada de la bitácora, de la Playa del Arenal, a los pies la Torre de Hércules, está tomada con película inversible Fujifilm Fortia, expuesta a 40 ASA, objetivo 2.8 de 19 mm Fujinon EBC y cámara Fujica AX5.

 

 

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