viernes, 4 de agosto de 2017

SÚPER-8 FUJICHROME VELVIA: NO HAY FUTURO (OPUS II)


ESTRENO DEL OPUS II DE “NO HAY FUTURO”

Bajo el título "No hay futuro" se agrupan una serie de cortometrajes filmados con el trasfondo de la crisis en España, una crisis que este mes de agosto cumple su IX año triunfal (de forma que supera con creces la de proporciones bíblicas).  

Cuando escribo "filmados", y no "grabados", es con toda la intención pues, en cada rodaje,  se ha empleado exclusivamente película de cine en un paso de culto, ¡¡¡el súper-8!!!: las características diferenciales de las distintas emulsiones de cada opus forman parte del, pudiéramos decir, "metalenguaje" de las historias.

Los cinco trabajos que componen “No hay futuro", en su momento, se podrán disfrutar formando un largometraje, que será una especie de cápsula del tiempo que refleje para el futuro este nefasto momento de la historia de España.

En cada cortometraje de la serie, uno de los personajes secundarios del trabajo precedente, es el protagonista del siguiente.

SINOPSIS DEL OPUS II

Yago Losina (interpretado por Fernando Pujalte) es un detective de mediana edad, invertido, al que la crisis ha dejado sin clientes y que decide cambiar un presente sin futuro por un porvenir de peregrino perpetuo libre de la esclavitud de un sistema elefantiásico cuya finalidad es destruir la libertad del individuo.

El narrador,  heterónimo y omnisciente, concluye sobre el protagonista: “sólo aquel que a nada está ligado, a nada debe pleitesía”, en una narración que, como en todos los cortometrajes,  plasma la tragedia de la crisis en clave de humor negro español.

“NO HAY FUTURO (OPUS II)”, EN VIMEO.

Prefiero que mis trabajos se proyecteb con película de cine. Pero, empleando material inversible (que se transmuta en un positivo único tras el revelado), como con la proyección directa del  original sólo podría llegar, como mucho, a unos centenares de espectadores, opto por la difusión digital. Puede, NO HAY FUTURO (OPUS II), verse aquí (aunque bajo la pantalla se prosigue con el texto de esta entrada):
NO HAY FUTURO (OPUS II) from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.

 ¿YOUTUBE O VIMEO?

Son legión los internautas y expertillos que aconsejan You Tube para una máxima difusión de las obras audiovisuales, pues muchos televisores modernos incorporan su enlace de serie y, además, como pertenece a Google, los trabajos en esta plataforma se encuentran sobreposicionados sobre los que publican otras. No obstante, me mantengo fiel a Vimeo por una razón: su compresión prostituye menos el origen fotoquímico de la imagen y, aunque tampoco se puede comparar con una proyección mecanoquímica de un inversible, incluso una retina poco cultivada puede atisbar, en Vimeo, la peculiar textura argéntica.

Desde luego que el resultado hubiese quedado mejor digitalizado a 2 o, incluso, 4K, pero trabajando sin apoyos, en plan francotirador, la versión digital debe ceñirse a calidad HD, ciertamente miserable e incapaz de reproducir los ricos matices orgánicos de la película inversible.  

En Vimeo, y sin mas promoción que el boca-oreja, el Opus I ha superado, como cualquiera puede comprobar en el contador público, la barrera de los treinta mil espectadores: nunca el Súper-8 pudo llegar a tantos espectadores como ahora, gracias a la difusión digital, en lo que es una auténtica paradoja (ver aquí el Opus 1:
NO HAY FUTURO (OPUS 1) from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.
En su momento, cuando se terminen los cinco trabajos, y se agrupen como largometraje, si se consigue algún apoyo, todo el material filmado, auténticos incunables, montados a mano (cortando y pegando fragmentos de película con moviola y empalmadora), se volverá a digitalizar en calidad 4K, se etalonará profesionalmente en un laboratorio (proceso que consiste en mejorar el rendimiento de color, limpiar los arañazos sufridos durante el montaje y la sonorización, conseguir una exposición similar en cada toma, etc.), se encargará una partitura compuesta ex profeso por un profesional gallego (tengo uno en mente) y contará con voces profesionales, en estudio de grabación certificado.

Está por ver, sin embargo, si con la temática de una crisis que es negada por todos los políticos desde que se inició hasta ahora (¡salvo por Pizarro!, en su día: claro que no era un político profesional y por eso, sin duda, le hicieron la vida imposible, hasta obligarle a tirar la toalla), está por ver, decía, si algún chiringuito del audiovisual, dirigidos por pretores designados por el poder con palmeros varios como asesores, se dignarán si quiera a considerar el proyecto: el oro y el moro para recordar hechos de los años treinta del pasado siglo pero ¡nada para plasmar la triste realidad que vivimos, buena parte de los españoles, desde hace casi diez años!
CRÉDITOS ARTÍSTICOS.

Impresionante mi buen amigo superochista Fernando Pujalte, como el detective Yago Losina, último personaje que aparece en el Opus I, tras el suicidio del falso autónomo Onésimo Iribarne en la famosa escena ¡en la que tiramos una cámara de cine filmando desde un sexto piso!, cámara que no sólo sobrevivió sino que, como describiremos, también se usó en una toma del Opus II.

Maravilloso también el gran Xosé Castro Roig en su papel de un arquitecto con tres hijas que se ve obligado a cerrar su estudio, por mor de la crisis. Como curiosidad, decir que Xosé Castro podría haber sido el jefe de Amancio Ortega y Rosalía Mera, de haber continuado con el comercio familiar, pues sus abuelos eran los propietarios de Lanas Maruja. 

El polifacético Marcos Javier Fernández Eimil, actor de reparto en multitud de series de la telegaita (y que protagoniza el opus V, y final, de “No hay futuro”), es el conductor de la furgoneta que pasa por encima del cuerpo de Yago Losina en su vano intento por suicidarse. Finalmente, moi, como Clemente de Rojas (protagonista del Opus III).
Merece la pena reseñar que el rodaje fue ¡a toma única!, sin desperdicio más que de unos pocos fotogramas, y con sólo un ensayo previo, justo antes de cada filmación.    

Buena parte de la música es interpretada por los amigos de Arteixo Big Band.

CRÉDITOS TÉCNICOS.

En primer lugar, mi amigo personal Víctor Galdón, responsable de la experta postproducción de la imagen y el sonido: a Víctor, aunque vive del audiovisual numérico, le encanta tanto el súper-8 como la fotografía argéntica: por ello, puedo abusar de su amistad algún domingo por la mañana ¡pese a que cada vez el rumbo de la vida le lleva a vivir más lejos de mi ciudad!

Hay que añadir el magistral manejo del telecine de J.L. Speed, luchando hasta con películas  cortadas longitudinalmente a mano (con anchura variable)  y reperforada.

Mi buen amigo E. Pflügger recargó los cartuchos de single-8 con películas de Súper-8 Kodak Plus X y Tri-X, en tanto que otro buen amigo, Tak Kohyama, hizo una virguería mundial: cortar película Fujifilm Velvia de diapositivas, reperforarla a S8 y cargarla en single-8. Luego explicaré por qué.

La pista magnética, en la que grabé el sonido, ha sido adherida artesalmente en IB Cinema; prácticamente todo, en el Opus II es artesanía cinematográfica, incluso el revelado del segmento con la Plus X; sí que se usó un laboratorio industrial para el revelado tanto de la Kodak Tri X como de la ultra rara (en cine) Fujichrome Velvia 100, encomendado a Retrolab Cinema de Málaga (el Opus I, en AGFA Scala, fue, sin embargo,  extraordinariamente revelado por el maestro Marc Martí en su laboratorio Filmina)

 

HITOS TÉCNICOS DE “NO HAY FUTURO (OPUS II).

Cada opus de la serie “No hay futuro” ofrece una serie de hitos cinematográficos de tipo técnico. En el Opus II, son los siguientes:

  1. Toma en que luna furgoneta pasa por encima de la cámara, en el plano subjetivo de lo que ve el detective Yago Losina en su frustrado suicidio. Es algo muy sencillo de hacer con una diminuta cámara digital, pero nada fácil con una cámara de cine. La toma se hizo con la misma Fujica AXM 300 que sobrevivió, en el Opus I,  tras ser arrojada filmando desde un sexto piso. Esta filmadora, que llegó a nuestras manos regalada, había permanecido olvidada durante décadas en un trastero húmedo. Se trata de una “cámara viviente”, un auténtico ecosistema, un biotopo donde coexisten hongos con minúsculos bichitos de toda clase. Esta toma en la que la furgoneta pasa por encima de la furgoneta, en el guión estaba previsto filmarla en una vía del tren, en una estación secundaria de mercancías y sin apenas tráfico, pero RENFE/ADIF pidió la friolera de ¡¡¡mil pavos!!! por un permiso de una hora.
  2. Grueso del rodaje en color realizado con una cámara de S8 de 1 euro: la diminuta Fujica P2, a la cual Microdelta Balears redujo su obturador de 220 grados a 150 grados, y añadí un conversor  ultragranangular Voigtländer adaptado por mi amigo José Manuel Rodríguez Romero ¡que originalmente era un visor para una de 35 mm! Resulta muy gracioso pues ¡la P2 cuesta un euro pero las lentes Voigtlander las pagan a mas de mil!, por lo que ví en Ebay. Las escenas de blanco y negro en interiores se rodaron con otra Fujica P2,  ¡también de un euro!, con su obturador original de 220 grados para aprovechar la luz ambiente.
  3. Emulsión cinematográfica especial: la Fujichrome Velvia, sobre expuesta diafragma y medio.  A) La parte en blanco y negro, mientras el detective se encuentra deprimido, se rodó con película inversible de blanco y negro Kodak Tri X pues quería un aspecto que, siendo fiel al cine “negro”, reflejase el estado anímico del personaje. B) Cuando está indeciso, y no sabe si suicidarse, se filmó con un mas lavado Kodak Plus X, grisáceo como su mente; C) Así que Yago Losina decide cambiar de vida, con la esperanza de un mundo mejor, la elección fue de una emulsión con los colores mas bonitos que la realidad: la Fujichrome Velvia.  Mi amigo Tak me la cortó a S8 a partir de película de diapositivas. Es difícil rodar con la Velvia 50 pues, como es tan gruesa, se atasca incluso en cargadores Single-8 (como tuve ocasión de experimentar en mi “Tetralogía Ártica). Sobre-expuse, la Velvia, dificultosamente un diafragma y medio,  a) por una parte, para obtener tonos de piel naturales, y, sobre todo,  b) para lograr un cierto aire místico (emulando a Tarantino con la secuencias en Kodak Ektachrome de la magistral "Django desencadenado") . Sólo un puñado de personas, en todo el mundo, hemos lo suficientemente afortunados para rodar con la Velvia 50 en cine (Tak suministra de formar regular para su uso en cine, tanto en Single-8 como en Súper-8, la magnífica Fujifilm Provia 100, película de menos grosor y con una reproducción de color mas natural, además de que su menor contraste facilita el telecine) 
  4. Para la sobre exposición de la Velvia 50, como la P2 es una cámara tan sencilla, que no permite el ajuste del fotómetro, no me quedó mas remedio que abrir la cámara  y cambiar los parámetros internos (jugándamela, pues, en cine, no ves el resultado hasta después del revelado, y nada hay mas difícil que filmar en inversible), según se describe, de forma pormenorizada e ilustrada, en esta entrada: https://mimundoensuper-8.blogspot.com.es/2017/07/fujica-p2-como-ajustar-su-fotometro.html   LA RAZÓN DE LA LENTITUD EN EL TRABAJO.
Actualmente, tengo filmados todos los opus de la serie “No hay futuro”, del I al V, como ya se ha explicado, con distintas emulsiones, incluso variándolas en cada corto pues, reiteramos, la película forma parte del relato.

Este reflejo encapsulado de la crisis que asola nuestro país, en clave de comedia negra española, y con un hito cinematográfico destacable en cada entrega, no queda otra que ir terminando y estrenándolos a ritmo pausado, pues los procesos cinematográficos no son como los digitales: son ya lentos de por sí, especialmente trabajando sin apoyo y artesanalmente, con moi haciendo casi de todo: guionista, director, camarógrafo, montador, auxiliar de producción, "chofereso"... ¡hasta locutor, sin serlo!
Al menos, con todo el material ya revelado ¡y siempre con toma única!, tiene uno la tranquilidad de que la totalidad del metraje ha quedado de maravilla, sin mas desperdicio que unos pocos fotogramas. Si hubiese grabado con tecnología numérica, en lugar de filmado con argéntica, ahora estaría desbordado por decenas, sino cientos, de horas: este es otro consuelo, siendo el mas grande, sin embargo, la perdurabilidad (el fotoquímico, ya en su tercer siglo de vida, ha demostrado que puede resistir el paso de tiempo).
Detalles ulteriores: http://mimundoensuper-8.blogspot.com.es/2017/08/25000-espectadores-superados-en-2.html

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