domingo, 5 de noviembre de 2017

YELCO DS810MT QUARTZMATIC: EL HERMANO POBRE DE FUJICASCOPE SD20

Si bien a la hora de proyectar me decanto por un Fumeo o un Beaulieu, a la hora de sonorizar mis trabajos en las propias pistas magnéticas de las películas sólo confío en dos proyectores que no se comercializaron fuera del Japón: el Fujicascope SD25 Stereo Quartz y el Fujicascope SD20 Quartz, dado que:

Sonorizando con el Fujicascope SD25 Quartz Stereo
1) Consideran mis opus cinematográficos obras de artesanía pues, aparte de ser concebidas y filmadas sin ayuda,  hago el montaje en la propia película original, con decenas, sino cientos de empalmes, en obras originales, no copiones:  son, pues, una especie de incunables fílmicos; como también las sonorizo en las pistas magnéticas (aplicadas artesanalmente), uno necesita hacer en el  proyector constantes paros de imagen y marcha atrás; en estos cometidos, el único aparato que jamás daña ni una perforación de mis insustituibles materiales inversibles es el Fujicascope en cualquiera de sus dos modelos cumbre.
2) Los Fujicascope se pueden desenhebrar a mitad de sonorización muy fácilmente;
3) La calidad de sonido es muy alta;
4) Los cabezales, de permaloy, son muy duros, capaces de resistir bandas magnéticas de tipo líquido deficientemente aplicadas;
Crono compartido entre los Fujicascope y los Yelco: en la imagen, el Fujicascope SD25
5) Vienen de origen con el excepcional objetivo Fujinon 1.0;
6) Ambos modelos disponen de módulos de cuarzo, capaces de "clavar" la velocidad; además, un reóstato permite variarla entre 16 y 26 fotogramas por segundo.
7) Admiten bobinas de 360 metros;
8) El SD20 posee un estroboscopio;
9) El SD25 dispone de un microprocesador, que permite programar una serie de efectos, así como un contador digital LED de fotogramas, de tiempos, y vúmetros también de LED (uno por pista): ¡me alucina mezclar la tecnología digital del siglo XXI con la mecanoquímica del XIX!
Alucinante panel de control del Fujicascope SD25
Tanto el Fujicascope SD25 como el SD20 son imposibles de encontrar fuera de Japón, donde tuve la fortuna de adquirirlos en 2005 (¡funcionan a 100 V!, de forma que necesité traerme también los transformadores).
Pero sí que en Europa, particularmente en España e Inglaterra, ocasionalmente aparece (¡es menester un poco de paciencia!), el "hermano pobre" del Fujicascope SD20: el Yelco DS810MT Quartz.  
Su crono es idéntico y posee también módulo de cuarzo. Sin embargo, el Yelco DS810 viene con un objetivo mediocre (el típico f 1.3 15-25 mm), capacidad para bobinas de 240 metros y menos refinamientos, como el indispensable paro en posición "pause". Todo ello, puede ser modificado, de forma que, a una fracción de su coste, se puede disponer "casi" de un Fujicascope SD20.
EL PORQUÉ DE LA MARCA YELCO.
Los proyectores Fujicascope fueron diseñados y construidos por Yamawa, una joint venture entre Fujifilm y Rank Xerox, en un principio para fabricar proyectores bajo la marca Fujicascope. Cuando las ventas comenzaron a declinar, a finales de los setenta, la factoría comenzó a vender, con prestaciones ligeramente inferiores, aparatos para otras marcas: Bell & Howell, Minolta, Yashica... Cuando la crisis del formato se acentuó, costosos diseños Fujifilm, con equipamiento un poco diferente, se liquidaron muy baratos, en Alemania bajo la marca Porst, y en España, Gran Bretaña y Argentina, entre otros países, como Yelco. El secreto del bajo precio: no estaban amparados bajo una cobertura de garantía de multinacional.
Un día, publicaré un completo análisis técnico sobre el Yelco DS810 MT Quartz pero, mientras tanto, adelanto mi recomendación de compra, para todo aquel que desee adentrarse en el mundo de las sonorizaciones en Súper-8.
Yelco DS810MT Quartzmatic, modificado con pause, bobinas de 360 metros y objetivo Fujinon.

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