miércoles, 10 de enero de 2018

ADOX EN SÚPER-8: IDEAL PARA PROBAR CÁMARAS

Uno de los errores que suelen cometer muchos recién llegados al mundo del Súper-8 es adquirir una cámara en Ebay,  que probablemente lleve treinta o más años parada, e iniciar una producción con ella. Esto es una fuente de decepciones: probablemente la cámara padezca algún tipo de desajuste que arruinará la filmación. 
Sin contar con el tiempo perdido de los profesionales implicados en la producción, el uso de una cámara sin garantizar puede causar un grave quebranto económico considerando que cada cartucho, con unos tres minutos de película (dependiendo de la cadencia de filmación) cuesta entre treinta y cuarenta euros -incluso más-, a los que hay que añadir otro tanto para el revelado, amén de cantidades adicionales para el pistado magnético (si procede) y la digitalización (indispensable).
Personalmente, suelo filmar casi todo con cargadores Single-8 de Fujifilm, normalmente con una Fujica ZC1000, que tengo siempre a punto ¡¡¡desde 1979!!!. Además, tengo a mano un segundo cuerpo, también perfectamente ajustado, para que en caso de una avería o accidente no me vea impelido a interrumpir la filmación. 
Para filmar en Súper-8, hice una pequeña inversión en ciertos modelos de la gama Bauer, adquiridos todos ellos con garantía en www.cine-super8.net, de Francia: cada una de las cámaras se encuentra revisada. 
Para cierto próximo proyecto, también en Súper-8, sólo usaré dos modelos de Canon: la 514 y la 310. Envié dos unidades de cada uno, que llevaba años sin usar, para su revisión y engrase a Microdelta Balears, así como para el ajuste del fotómetro, pues la precisión en la exposición es fundamental, especialmente con película inversible (cuya latitud no excede de medio diafragma). 
Aun después de que una cámara sea revisada profesionalmente, conviene probarla con película pues, salvo que se recojan en mano en el taller del técnico, un fuerte golpe en el transporte podría haber dañado algún ajuste. 
Retrolab Cinema, de Málaga, vende cargas pequeñas, de unos cinco metros, suficientes para probar un par de cámaras. La película ADOX en blanco y negro es buena para hacer este tipo de chequeos, pero vale cualquier otra emulsión de blanco y negro, como la AGFA Scala o, ya mas cara, la Kodak Tri X. 
Antes de filmar, conviene comprobar el estado de las pilas: si están desgastadas,  puede haber problemas de arrastre o de exposición. 
IMPRESCINDIBLE POLÍMETRO. 
Estos Reyes, mi hijo Daniel me regaló un viejo multímetro polímetro analógico italiano, ICE 680, que él ya no usa, y que me viene de perlas para comprobar con precisión el estado de las pilas. 
Igualmente, Daniel me regaló un artilugio, originalmente concebido para cámaras digitales de poco peso, que posibilita la realización de panorámicas de hasta 360 grados con gran rapidez y de forma suave. 
Lo mejor de todo es que como lo compró en su proveedor chino, Banggood, el dispositivo le costó menos de cuarenta euros ¡¡¡con el porte incluido hasta nuestra ciudad!!! 
La terminación de este "panoramizador" electrónico de 360 grados es excelente, con patas retráctiles, ¡y hasta con un mando a distancia! 
El aparatito contiene su propia batería recargable (con un puerto USB) excepto en el mando a distancia, que funciona con una pila de litio. 
Su único inconveniente es que no admite pesos superiores a 400 gramos, de forma que no se puede usar con la mayor parte de las cámaras de S8. No hay problemas, sin embargo, con los modelos mas livianos y pequeños, como la Fujica PX300 o la Canon 514, con la cual lo probé:
pese a que añadí a la Canon el conversor granangular, de forma que el peso total superaba ligeramente el máximo recomendado, el aparato funcionó perfectamente, como puede verse en el vídeo inferior:  

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